Distrito Motor de Desarrollo

El proceso de agregación comunal de Simón Planas en realidad se plantea el impulso de una Confederación Comunal, con la agregación de dos futuras Ciudades Comunales para recuperar un objetivo del Plan de La Patria planteado por el Comandante Chávez, la constitución de un Distrito Motor de Desarrollo Agroindustrial en sus territorios.

Y allí, lo importante de esa posible constitución es el espacio donde se hace presente la tensión de lo nacional (expresado en este caso en la constitución de una subregión que debe ser legitimada por el gobierno nacional) y lo comunal, asumiendo lo establecido en el articulo 60 de la Ley Orgánica de las Comunas, que plantea que las federaciones son: “instancias de articulación de dos o más ciudades que correspondan en el ámbito de un Distrito Motor de Desarrollo.”

El Distrito Motor de Desarrollo según la Ley De Regionalización Integral para el Desarrollo Socioproductivo de la Patria del 18 de noviembre del 2014, es definido como:

Ley de Regionalización Integral para el Desarrollo Socioproductivo de la Patria

Artículo 34:

«La creación y régimen de los Distritos Motores será decretada por el Presidente o Presidenta de la República como una forma especial de subregión, caracterizada por sus variables físico-naturales, geo-históricas, funcionales y potencialidades productivas. Los Distritos Motores deben servir al impulso del desarrollo integral subregional con base en la armonización de su especialidad, desarrollo integral del sistema de ciudades y de movilidad. A tales efectos, sistematizará la inversión pública nacional y el rol del poder popular en el desarrollo específico del plan».

Así la planificación comunal, realizada desde los espacios de autogobierno que se agregan, se cruzan para complementar y perfeccionar al Sistema de Planificación Nacional. Construcción de una nueva institucionalidad que debe asumir la disputa por ser una alternativa real, viable y superadora del Estado actual.

Aquí se articulan las potestades del Presidente con la iniciativa del pueblo organizado, siendo una oportunidad para el desarrollo de lo nuevo, en el caso que sea impulsado con un plan coherente que respete la autonomía y rebeldía popular, en caso contrario sostendremos lo actual, la reafirmación del Estado heredado, el que niega lo central de la Revolución Bolivariana. Una vez más se hace presente la tremenda autocrítica realizada por el Comandante Chávez en el Golpe de Timón:

“Creo que en estos años hemos acumulado experiencia, hemos creado entes que no existían. Creo que hemos venido acumulando recursos, inyectando recursos y seguiremos haciéndolo. Creo que tenemos unos nuevos códigos; creo que tenemos una nueva arquitectura legal, jurídica, empezando por la Constitución; tenemos leyes de consejos comunales, leyes de comunas, economía comunal, las leyes de los distritos motores de desarrollo; pero no le hacemos caso a ninguna de esas leyes; nosotros, que somos los primeros responsables de su cumplimiento”.

Con ese acumulado, que sin duda es afectado por la actual crisis integral, nos toca con urgencia asumir el debate planteado por lxs comunerxs: ¿como actualizamos la disputa estratégica desde el campo popular?, en tiempos en que el horizonte planteado para la construcción del socialismo en la Revolución Bolivariana no se presenta como acción de gobierno, nos toca un rearme para su reimpulso.

Documento base de debate del Movimiento Comunero de Simón Planas (febrero 2018):

Federación Comunal para la constitución de nuestro Distrito Motor de Desarrollo Agroindustrial

Este plan de lucha debe tomar en cuenta algo fundamental en la nueva geometría del poder: la escala de agregación, el ir juntando fuerzas, desde la legitimidad y decisión soberana de los sujetos y las sujetas que la impulsan. Así articulamos potencias, porque no es igual el objetivo de disputa del Consejo Comunal que de la Comuna en que ese mismo Consejo es parte, ni hablar de la Ciudad Comunal o de la Federación. Es importante no ver partes para una simple suma, implica asumir la territorialización de la política en los términos revolucionarios.

Asumiendo que el artículo 60 de la Ley Orgánica de las comunas, que desarrolla los tipos de Sistema de Agregación, dice: “Federación Comunal: como instancia de articulación de dos o mas ciudades (comunales) que correspondan en el ámbito de un Distrito Motor de Desarrollo”. Allí una ruta de conformación de nuestra nueva geometría del poder, avance de la democracia popular revolucionaria y de las potencialidades productivas del pueblo, aquí la democracia revolucionaria planteado por el Comandante Chávez desde el Libro Azul hasta el Golpe de Timón.

Así nuestros Consejos Comunales, Comunas, Ciudades Comunales y Federación son los instrumentos para ejercer la democracia participativa y protagónica, el socialismo bolivariano, garantizando el autogobierno y la constitución de sistemas paralelos coordinados de nuestro Sistema de Gobierno Popular, así lo explica el Comandante en el Golpe de Timón: “A veces creemos que todo debe controlarse desde Caracas, no. Se trata de crear, como dice Mészáros, un conjunto de sistemas paralelos coordinados y de ahí la regionalización, los distritos motores. Pero no hemos creado ni uno todavía y tenemos la ley, decretamos uno, pero lo decretamos y ya, y dentro de los distritos motores las comunas.”

Por ello, con la Federación constituida haremos la solicitud a nuestro Gobierno Nacional Bolivariano, encabezado por el Presidente Nicolás Maduro, de la conformación del Distrito Motor de Desarrollo Agroindustrial, que debe ser el espacio de corresponsabilidad política/económica, expresión de la nuevas relaciones impulsadas por nuestro pueblo, que permita el despegue definitivo de nuestras potencialidades, siendo paso a los llanos, montañas y valles, con tierras de alta calidad y diversos pisos térmicos que nos hacen hoy en día importantes productores de diversos cereales, leguminosas, café, ganadería, con posibilidades reales del procesamiento industrial, que generará nuevas fuentes de trabajo digno y permitirá tener control territorial de las cadenas de producción y distribución, desde las materias primas hasta su transformación y comercialización. Estas son las condiciones que hacen a la Comuna El Maizal una de las de mayor capacidad de producción en el país, las que se deben potenciar y desarrollar en todas las comunas de la futura Federación Comunal.

En esta coyuntura que atraviesa nuestro país, hoy más que nunca, producir es hacer patria, es defender la soberanía conquistada y producir desde el pueblo organizado que construye el socialismo es honrar el proyecto estratégico que forjo en años de lucha el Comandante Chávez y su pueblo, y que identifican a la Revolución Bolivariana en todo el mundo, vacilar en este camino es perdernos. Aquí la garantía de hacer viable un tejido organizativo capaz de dar respuestas ante los ataques y amenazas actuales del imperio y sus lacayos, son falsas ilusiones que algunos desde el gobierno tratan de imponer el pensar que con los “empresarios” y latifundistas de siempre daremos las batallas para triunfar en esta actual coyuntura.

Por ello el impulso de nuestro Distrito Motor de Desarrollo Agroindustrial es el instrumento para consolidar la revolución política y económica en nuestros territorios, promoviendo la producción plena, asociando a los pequeños productores, construyendo planes viables y soberanos de siembra y procesamiento agroindustrial de nuestros productos, constituyendo mecanismos efectivos de control social y distribución de la producción, manteniendo una lucha frontal contra el latifundio, las tierras improductivas y los abusos de las empresas que hacen vida en el Municipio, garantizando trabajo digno y con relaciones justas, coherentes con el socialismo que construimos.

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